15 de julio de 2013

Kaaaaaaaame.... hameeeee... haaaaaaaaaa


Hace algunos años, muchos de hecho, cuando solía ser Don Evil, el dependiente de una tienda de abarrotes de barrio, conocí a un cuate que gustaba también de algunas ñoñadas, como los monos y los cómics, y que siempre llegaba cantando una tonadita, algo como "vamos a buscar las estrellas del dragón", alguna vez vencido por la curiosidad le pregunté de qué chingados hablaba, y muy orondo me respondió "de Dragon Ball" una caricatura de esas que llaman anime que por aquellos años daban en canal 5, tuvo a bien informarme que no debía perdérmela ya que estaba muy chingona.


Así que un buen día me dispuse a disfrutar de aquella chingonería de la que hablaba mi cuate Luis... pero naranjas ¿un chamaco con cola de chango que hace skate en una nube voladora? patrañas y no volví a ver aquella serie en muchos años ¿chingona? mis calzones, se que algunos me escupirían, pero me dio demasiada weba.


Así que pasó el tiempo y un día en el que no tenía nada que hacer, raro por aquellos años, pasando los canales de forma apática, me detuve en el 5, llamó mi atención un wey con los pelos de punta, irradiando luz cual San Judas en día 28, estaba rompiéndose el alma con otro wey también con los pelos de punta y se acomodaban tales chingadazos que me quedé a ver el programa completo, lo saben, se trataba de Dragon Ball Z ¿qué hace la Z? sepa, pero era evidente que se trataba de alguna secuela de aquella caricatura del niño con cola de chango, no solo por el nombre, sino por que uno de los weyes de los que hablo ostentaba tremenda cola de chango, el resto, como dicen, es historia.


Me gusto mucho aquella serie, la de la Z, la otra aún hoy no termina de gustarme, pero los weyes con pelos de punta y colas de chango tienen algo especial, te atrapan en cuanto los ves, musculatura impresionante, harto hábiles en el arte de los madrazos y más, pueden cambiar el color de su cabello sin usar Just for Men, de pelo negro a güero, y luego más güero y largo, y luego rojo, y hasta pueden convertirse en changos enormes de pelo güero.


Se llaman según dicen Saiyans, estos Saiyans se enfrentan siempre a tipos mucho más fregones y poderosos que ellos, y tienen la capacidad de incrementar sus habilidades y su fuerza para no solo igualar, sino superar a todos sus oponentes, bajo sus puños cayeron Piccolo, Cell, Maijin Boo, Androides rompemadres y quien me digan.


Obvio que parte del encanto de la serie la dan los monos, desde los muy básicos con 5 articulaciones, ¿les suena? solo que estos no retroceden a cagarla como la Paloma de Jasbro, hasta los realmente impresionantes. Hechos por Bandai, los monos son similares a los Saiyans, cada vez los hacen más chingones. Hace no mucho me maravillaba con lo que habían logrado con la serie Hybrid Action, hartas articulaciones, buen esculpido, manos intercambiables, todo un lujo para los que estábamos acostumbrados a la mediocridad de Hasbro.


Pues cuando pensaba que no se podían hacer mejores monos que aquellos llegaron a mis manos los SHFiguarts, un par por ahora, Vegeta y Gokú como Super Saiyan en nivel uno. Los monos impresionan nomás de verlos, presentados en una cajita muy chida, donde puede apreciarse el mono, un pedazo de plástico muy bien esculpido y soberbiamente pintado, muchas manos de intercambio, y no solo eso, también rostros con diferentes expresiones. Lo que le da a cada mono un montón de opciones de exhibición.


Las uniones de bolita hacen que sea relativamente fácil el intercmbio de piezas, pero esa facilidad resulta en el punto flaco de los monos, ya que de pronto te encuentras manipulandolo para cambiarle la cara y si no lo haces con mucho cuidado ya partiste el mono a la mitad, o le zafaste el brazo, o una pierna, digo no pasa nada, se la vuelves a poner y ya está.


Otro de los puntos es que las muchas piezas invitan a estar como chamaco queriendo cambiarle de manos y caras a cada rato y con el tiempo las articulaciones tenderán a aflojarse, así que para mi gusto son monos para deleitar la vista, jugar con las poses un rato, y dejarlo ahí exhibido a gusto algunos meses antes de pensar en un nuevo cambio.


Tengo otra queja para bandai, la unión de las patas del Vegeta con el cuerpo viene muy, muy flojita, por lo que es prácticamente imposible colocarlo en alguna pose en el aire, ya que las patas tienden a cerrarse rápidamente.


Además de eso mi mayor queja es haberme decidido a comprarlos hasta ahora, algunos, como el Vegeta SS1 ya están demasiado caros. Pos ya sábanas, si como mi cuate Luis alguna vez cantaron "vamos a buscar las esferas del dragón" y disfrutaron como yo de las madrinas que se ponían los fulanos con cola de chango, no lo duden, éntrenle a los SH Figuarts, no se arrepentiran.



1 comentario:

  1. maldita mojarra -_-

    en fin, yo todavía no le entro a esta línea, pero coincido en que las piezas anteriores, aunque con menos articulaciones, son estupendas esculturas y soberbiamente pintadas, espero conseguir por lo menos una :P

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