25 de octubre de 2010
Arcángel de mi guarda, mi dulce compañía
Viernes 3 a.m., luego de cuatro horas de trabajo, me doy cuenta de que la he defecado, cuatro horas tiradas al caño, y por supuesto mucha pintura desperdiciada, ni hablar, ¿somos ñoños o payasos?, así que con todo el dolor de mi corazón despinto las alas y a dormir.
El sábadrink me encuentro ya muy cansado como para continuar, así que el dormingo, hago un segundo intento, comienzo temprano para no desvelarme demasiado, son las 8 y le doy una manita de primer a las alas... solo una esta vez, una vez seca, aplico la primera mano de pintura, luego de un rato, y un cigarrillo, la segunda, armo nuevamente las alas, para aplicar la tercera mano, al fin seca, aplico pintura en algunos detalles... y al fin, a la 1 a.m. el mono tiene nuevamente sus alas... quizás quedaron más oscuras de lo que planeaba, quizás las despinte otra vez y trate con un color diferente, aunque me gustó el resultado y quizás consiga otro Archangel para hacer esta segunda prueba con él...
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