(Visión personal)
De un tiempo para
acá ser ñoño es cool y hasta cierto punto ejemplar. Con tanta mera buena movie
de héroes, zombies hasta en la sopa y la “democratización” del video juego,
resulta que incluso a los más merol y a
las niñas nice les sale su lado friki; chale, todos quieren ser ñoños
temporales.
Iniciados
coleccionan madre y media, tanto que devalúan nuestro estilo vida. En el
trabajo por ejemplo: “Qué onda mi R2, ya tengo al ojo de halcón de la serie
–aún no dicen wave- 2 de los Avengers”. Puta, yo ni los he visto…
Al rato pasan a
saludar y ya no voltean los ojos al cielo ni tuercen la boca cuando ven la
figura del día en el escritorio; ahora las encargan (salute Mag): “hay amigo,
me gustó tu Thor ¿te encargo uno?”; ir a tierras colombianas en compañía, y no
solo, en busca de tesoros ya no es raro; Irma, enemiga declarada del mundo
nerd, acepta que ciertas figuras están “pus padres” –sobre todo los Myth´s-, ya
casi soporta a Tony Stark y pide ver, espontáneamente, Capi Steve en domingo y
después, previo coraje y angustia, encuentro los debedes de Iron Man en su
cuarto. ¿Qué diablos esta pasando?
Las féminas andan
con el estrógeno alborotado por los Avengers y obviamente no es por Natalia –sería
genial- y ya es común verlas control en mano haciendo bizcos:
“R2, Invítame a
jugar Halo”
- No manches,
espérate tantito; neta ¿quieres jugar?
“Sí”
-Va eh. Pero a la
media hora nada de que ya te aburrió.
Y que pues, ya es
media noche entre semana, el ojo ¾ de cerrado y la mina feliz de la vida
despachando al covenant y proponiendo una Dragon Ball night. Sí.
Luego, “vamos a ver
los Avengers a media noche” (cuando el estreno). O sea, es broma, un mundo bizarro
de no sé que universo paralelo o qué; ya parece que en el siglo pasado iba a estar
sucintándose que viejorrónes -en toda la magnitud de la palabra- tuviesen esta
actitud. Uno feliz.
-Sólo en la parte que le aplica-
en TBBT (The jerusalem duality) comenta Howard “smart is the new sexy”; chance
sí. Ya no dicen que crezcas o madures, casi. Respetan y
cuasi admiran el estilo de vida, si traes ñoño playera te adulan o quieren una igual y muchos quieren
saber de las hazañas de Son Goku, 20 años después. Ahora que está en boga la
lectura en el metro –beneficio colateral de ciertas ocurrencias engeladas- me
fascinó ver a una colegiala leyendo Dunas, camisa blanca ajustada, falda a
cuadros, zapatos de charol y calcetas vino a la rodilla incluidos.
Los tiempos cambian:
las sociedades de convivencia están al tiro, matrimonios entre personas del
mismo sexo, interrupción legal del embarazo (I love DF), medio respeto al
ciclista (ahora muchos –y muchas J-quieren
rodar). Es obvio que se ganó la batalla –que no la guerra- por la inclusión
social, que de hecho poco importaba a los entendidos. Entrañables los tiempos
donde se estaba marginado pero eso sí, hermanados en la minoría. (Los compas
más honestos y leñas, son los collectors de cepa)
Ser ñoño es la neta
y ellas lo notaron.