Cuando Bandai empezó a sacar sus SH Figuarts de Dragon Ball, pocos les hicimos segunda:
"Otra pinche colección...,
Que hueva,
¿y los hybrid action qué?"
Una vez dándoles la oportunidad, no hay marcha atrás. De nuevo, estas figuras están en la cúspide juguetera.
Cansados estamos de repaints, reempaques y reediciones pero igual les echámos un ojo. Pero cuando de repente nos sosprenden con figuras que no tenemos y que ya tienen un precio obsceno, no queda de otra que agradecer.
Siéndo Piccolo de las primeras figuras en salir su precio se elevó en serio -junto a Vegeta SS2- hasta por los por los ridículos 200 usd. Por eso cuando se anunció su salida para la pasada comic con, prestos y veloces los ñoños volamos a apalabrarla con el dealer. (Nosotros la conseguimos con Tijuana Collectors en $700 :))
El señor Piccolo es la onda en la Saga de Dragon Ball. Con sus
distintantas facetas de bueno, malo, dios, demonio o padre adoptivo el namekiano es un respiro al dominio sayajin y sin duda tiene su momento
de gloria al salvar la vida de sus dicípulo Gohan y su punto más alto al
batirse y vencer al androide No. 17. DB pudiera prescindir de
tantísimos personajes, no de él.
De nuevo son los pequeños detalles los que hacen a una figura grande, los dientes pelados incluyendo colmillos, las antenas asimétricas, las venas en la frente por el esfuerzo en batalla, las uñas pintadas. En verdad como hubieramos queridos que Hasbro evolucionará de manera similar pero eso parece ser demasiado para el "líder" juguetero.
El único fallo que encontramos es la marcada unión de las partes movibles de su túnica que permiten la opción de poner los brazos cruzados. Sin duda la manta de Gohan en un sóla pieza tienen mejor vista.
Bien Bandai, muy bien.
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